Celebran evento “Es Hora de REPensar” por un desarrollo circular de la región

24 de Marzo 2022 | 13:41
Foto
Compartir:

Santo Domingo.- La República Dominicana, a través del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo del Sistema de Integración Centroamericana (CCAD-SICA) y la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), sumó esfuerzos para repensar el desarrollo de una economía más justa y sostenible para los productores, de modo que promueva la protección de los mares del Caribe.

El encuentro celebrado el 24 de marzo bajo el nombre “Es Hora de REPensar”, abordó temas sobre la responsabilidad extendida del productor (REP), un esquema dentro de la Gestión Integral de Residuos Sólidos (GIRS), cuyo objetivo principal es la disminución de los desechos, así como la reducción del consumo de recursos naturales y económicos, igual que el ecodiseño de productos, con el objetivo de reducir el impacto de la industria y la economía en los ecosistemas naturales. Al mismo asistieron más de 100 participantes en modalidad presencial y cerca de 300 desde la virtualidad.

Además de exponer e impulsar las buenas experiencias de las instituciones públicas y sector privado en temas sobre REP, ecodiseño, modelos de negocios innovadores en el reciclaje, rediseño y reúso del plástico, el evento responde a un llamado a las empresas en la búsqueda de una transición hacia la circularidad, que busca generar conciencia de la importancia en la gestión eficiente de recursos y la eliminación y/o uso de alternativas al plástico, como papel, biodegradables o compostables, que disminuyan el impacto a la naturaleza y la salud humana a la vez que benefician a las empresas. 

En el acto, el ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, valoró con mucha satisfacción el encuentro regional sobre responsabilidad extendida del producto (REP), donde desde diferentes países y sectores intercambiaron conocimiento y experiencias, las cuales servirán para repensar la forma en que producimos y consumimos.

El Ministerio de Ambiente se encuentra cada vez más abierto a la colaboración regional y al fortalecimiento institucional en materia de cooperación para el desarrollo, muy en especial con nuestros amigos de los países del Sistema de Integración Centroamericana SICA y la Unión Europea, quienes ya han logrado experiencias sólidas en el establecimiento de políticas ambientales y de residuos sólidos que sirven de modelo para países como el nuestro, cuyo camino es incipiente pero prometedor”, dijo el funcionario.

Jair Urriola, secretario de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD-SICA), resaltó que través del proyecto Caribe Circular, “fortaleceremos la capacidad de las instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil a nivel regional, nacional y local para desarrollar una economía sostenible y competitiva mientras se previene la entrada de residuos plásticos en el Mar Caribe”, ponderó Urriola. 

 Katja Afheldt, embajadora de la Unión Europea en República Dominicana, expresó que es momento de rediseñar la forma en que vivimos, consumimos y producimos. “Considerar el consumo y la producción sostenibles como parte de nuestras vidas. Se trata de satisfacer las necesidades de los ciudadanos sin destruir el medio ambiente. Para ello, es necesario desarrollar políticas públicas encaminadas a la producción y consumo sostenibles, un cambio de comportamiento de la ciudadanía y una implicación prioritaria del sector empresarial”.

Katrin Wedermann, jefa Adjunta de la Embajada de Alemania aplaudió que la República Dominicana desde el 2020 cuenta con la Ley 225-20, de Gestión Integral y Co-Procesamiento de Residuos Sólidos. Recordó que la economía circular es clave para contar con productos que se obtienen con pocos recursos, que sean reutilizables, de alta calidad, técnicamente duraderos y después de su uso, aptos para un reciclaje adecuado, no peligrosos y, sobre todo, amigables con el medio ambiente.

El presidente de la AIRD, Celso Juan Marranzini, destacó que esa institución promueve el Proyecto de Economía Circular, que es una estrategia de rentabilidad, pero también un cambio cultural, de mentalidad, en el quehacer industrial y de la sociedad. Explicó cómo del compromiso individual de múltiples industrias se ha pasado a la creación de un sistema colectivo de recolección, acopio y valorización de residuos, que ha sido una forma exitosa de poner en marcha un proceso de REP.

El sector industrial representa un pilar importante en la economía dominicana, por lo que es necesario fortalecer las estructuras de producción actuales hacia un diálogo más participativo con base en soluciones colectivas. La economía circular suma beneficios e invita a situarse como parte de las soluciones, ante este adeudo que debe ir desde el origen del producto hasta la tumba, con su disposición final adecuada. 

El ecodiseño de producto con material reciclado es fundamental para prevenir los impactos ambientales y reducir el consumo de recursos asociados al ciclo de vida de producto, facilitando el camino hacia una producción y consumo más sostenible y responsable.

La actividad permitió exponer el Plan Nacional de Responsabilidad Extendida del Productor, Importador y Comercializador de la República Dominicana, así como 5 alternativas de mitigación del impacto ambiental y el diálogo con las empresas. También se conocieron las experiencias exitosas en la incorporación de la REP a la ley para la prevención, gestión integral y economía circular de los residuos del Estado de Quintana Roo y su reglamento, los Sistemas Retornables de envases en el marco legal e implementación en la Unión Europea y la innovación de rediseño con material plástico reciclado y biodegradable.

En República Dominicana se generan -aproximadamente- 88 mil toneladas de residuos de plásticos al año, de las cuales apenas se gestionan unas 22 mil, mientras el resto queda contaminando el ambiente, los mares y ríos.

La actividad se realizó en el marco del proyecto Caribe Circular, financiado por el Ministerio Federal para la Cooperación y el Desarrollo Económico (BMZ) junto a la Unión Europea, así como el proyecto PROMAR, financiado por el Ministerio de Medio Ambiente de Alemania, entidades que promueven la economía circular y la prevención de residuos plásticos.